Descubre cómo llegó a ser la protagonista de las fiestas navideñas y qué debes hacer para cuidarla
Nochebuena, Navidad, fin de año, Reyes Magos…
En esta época en la que encadenamos varias fiestas, comilonas, reuniones familiares y con amigos, hay tres elementos que están siempre presentes:
- El famoso árbol navideño, que va de tamaño mini para esos pisos con poco espacio y con lo justo en recursos decorativos, al de grandes proporciones y con ornamentación de lo más variopinta para los hogares más grandes y que se prestan más a ello.
- Nuestro estómago en un estado de lleno permanente gracias a los apetitosos manjares y bebidas ingeridos en cada celebración. 😜
- Y la flor de Pascua, allá dónde vayas, tanto en casas, como en tiendas, pasando por los adornos que cubren las calles. ¡Hasta en la sopa!
Como eres una mente curiosa, seguro que quieres saberlo todo sobre esta flor también llamada poinsettia en honor a su divulgador, hemos preparado un artículo en el que te lo contamos todo. ¡Sigue leyendo!
La vida y obra de la flor de Pascua. Desde su origen hasta cómo cruzó el charco.
Su origen es mexicano. De hecho, su nombre original es Cuetlaxochitl, que significa “flor color de fuego” en náhuatl; esto te sonará a chino, pero es la lengua indígena con mayor número de hablantes.
Su nombre científico es “Euphorbia pulcherrima”, pero su denominación popular cambia dependiendo del país. En Latinoamérica se le llama estrella de Navidad, estrella federal, flor de Navidad o pastora, en Estados Unidos poinsettia y, como ya sabes, en España flor de Pascua.
En Estados Unidos, se la conoce como poinsettia Joel Roberts Poinsett, el primer representante diplomático norteamericano en México que fue quien llevó esta planta a su lugar de origen impresionado por su belleza. Fue en este país, en el que se convirtió en planta comercial en 1929.
Cuenta la leyenda que Moctezuma la descubrió en el sur de México y la transportó hasta su palacio en Tenochtitlán. Debido a esta historia, le sirvió a los sacerdotes mexicanos para utilizarla con usos medicinales e incluso en los ritos que practicaban. ¡Lo que nos gustan estas historias de tradición mexicana!
Cuando llegaron los españoles a este país, los monjes franciscanos empezaron a darle otro uso. Les gustó tanto, que se servían de ella para decorar los altares. Como además, florece durante las navidades, le pusieron el nombre de flor de Nochebuena.
El traslado de la flor a Europa lleva el nombre del viverista Robert Buist. En aquella época, tenía una floristería en Filadelfia e importaba flores y plantas raras al viejo continente. ¡Esto fue lo que hizo con la poinsettia!
Gracias a su trabajo, desde el s. XIX el Vaticano se sirve de estas flores para adornar los altares durante las celebraciones navideñas. De hecho, desde el 1899 la Basílica de San Pedro se ha llenado de ellas la noche del 24 de diciembre.
La flor de Pascua de cerca. Así es y así se cuida.
Si hablamos de esta flor, seguro que las que te vienen a la mente es esa roja que copa las calles y casas en Navidad, pero la verdad verdadera es que existen casi 300 variedades. ¿A que no te lo imaginabas? Blanco, marfil, rosa, amarillo, salmón o jaspeado son otras tonalidades que pueden tener.
Sus llamativas hojas de colores, llamadas brácteas, son lo más característico de esta planta. Date cuenta de que hablamos hojas, no de flores, hay mucha gente que piensa que se las confunde; pero de hecho, sus flores reales no tienen mucho interés decorativo por ser muy pequeñitas.
Es delicada. Requiere de bastantes cuidados, sobre todo en invierno, pero la fortaleza va por dentro, ya que es capaz de resistir temperaturas de hasta -2ºC.
Lo primero que tienes que hacer es elegirla bien. Fíjate bien en ella y comprueba que no tenga muchas flores maduras, que los tallos no estén podridos o rotos y que esté bien enraizada. Ahora que ya tienes la mejor flor de Pascua que puedes tener, te damos algunos consejos para que dure y dure:
- Ojo, porque necesita humedad constante; si está en exteriores, riégala 1 vez a la semana y si está en interiores, 2 veces; sin embargo, no rocíes las hojas con agua, porque le saldrán manchas.
- ¡La luz directa es el enemigo! No la expongas a los rayos del sol.
- Aunque aguanta temperaturas bajas, no es lo mismo con las corrientes de aire, el lugar donde la tengas debe estar lejos de estas.
- La tierra tiene que tener un buen drenaje y ser rico en sustancias orgánicas; recuerda abonarlo en febrero-marzo (abono de crecimiento), y en octubre-noviembre (abono de floración).
- ¡Atención! En febrero o marzo cuando veas que las hojas vuelven a ponerse verdes, poda la planta. La altura que debe tener es de unos 20 cm.
Si has llegado hasta aquí, has seguido todas las indicaciones y tienes mano con las flores en unas semanas tendrás nuevos retoños. El próximo año ya no te hará falta ir a comprar otra flor de Pascua para tu hogar. Verás que vuelve a ponerse roja a finales de año con las fiestas.
¡Ah! Te damos un consejo extra; si tienes mascotas, ten cuidado de que no se las intenten comer, tiene un veneno que puede ser mortal para ellos.
Si eres de los que prepara los adornos navideños ya en noviembre, probablemente ya le hayas dado un toque de color rojo a tu hogar con una o varias flores de Pascua. Si eres de los que lo deja todo para el último momento o quieres regalársela a alguien el día de Reyes Magos, las tienes en nuestra página web junto a otros elementos decorativos propios de la época.
Para este día, también tenemos un montón de ideas en nuestra tienda online. ¡Seguro que encontrarás algo que sea la mejor opción para esa persona especial! Si quieres que te recuerde para siempre, te recomendamos la suscripción floral en la que llenaremos su casa de felicidad de forma permanente.